15.10.06

Mangueros

Los mozos mangueros eran los encargados del empedrado de las calles y fueron incorporados para colaborar con los matafuegos en la extinción de los incendios.
Durante la evolución del servicio contra incendios irían asumiendo poco a poco el relevo de los matafuegos.

Su implicación fue más notable a partir de 1830. El Ayuntamiento de Madrid contaba con una cuadrilla compuesta por un capataz y 24 mangueros que acudían a los hundimientos y derribos de edificios en ruina de la ciudad, siendo su primordial tarea el empedrado de las calles y paseos además de barrer los puentes de Toledo y Segovia.
Por estos servicios el ayuntamiento les concedía un jornal de diez reales para el capataz y siete para cada manguero. Además de asistir a estas tareas y a los incendios, realizaban las maniobras de bombas.

El 7 de julio de 1834, se aprobaron por real orden las nuevas reglas que se tenían que observar en los incendios que ocurriesen en Madrid. A partir de este momento los mangueros se dedicarán en los incendios al servicio de las bombas, conducción de carros con las cubas y demás utensilios e instrumentos.

Durante la segunda mitad del siglo XIX serán los protagonistas del servicio contra incendios y no será hasta el 19 de julio de 1876, cuando de una vez por todas quedasen determinadas sus obligaciones, con un reglamento para el nuevo «Cuerpo de Mangueros», reclamado hacía muchísimo tiempo.